LA VIDA ES IMPERMANENTE BUDA
7 formas sencillas de alcanzar la paz interior
Edith Gómez / 2017-09-11
Existen enseñanzas profundas y sencillas que pueden aplicarse para alcanzar la paz interior, basadas en lo propuesto por el autor Eckhart Tolle:
1. La preocupación es una ilusión
La preocupación es un patrón de
pensamiento destructivo e inútil en el que muchas personas se quedan
atrapadas. En el momento presente puede que te estés enfrentando a un
desafío, pero no tienes tiempo para preocuparte por ello. La preocupación nunca se refiere a algo que está sucediendo en el presente.
Si observas más de cerca verá que el patrón de pensamiento que llamamos “preocupación” es, en última instancia, una forma de ilusión porque se refiere a un momento futuro que no es el ahora. No puedes lidiar con el futuro porque no está aquí, sólo puedes lidiar con el momento presente.
2. No es la situación, sino la interpretación que haces de la situación
Muchas cosas que suceden en el mundo te
pueden generar ansiedad, pero si te fijas en la historia, han existido
muchos periodos en los que la vida era aún más incierta de lo que es
ahora. Por ello, es importante ser consciente del propio estado de conciencia.
Siempre se piensa que la causa de la ansiedad
está fuera de las personas, pero si miras más profundamente te darás
cuenta de que, en realidad, no son cosas fuera de ti las que te ponen
ansioso, sino los pensamientos sobre las cosas que escapan de tu control.
3. La vida es una incertidumbre
Sería una ilusión creer que alcanzarás
una etapa en la vida donde todo (relaciones, trabajo, salud, finanzas,
etc.) esté seguro. Esto nunca sucede, porque la esencia de la vida es que siempre hay incertidumbre e inseguridad.
La gente piensa que esto no debería
suceder; piensan: "Mi vida debe ser de tal manera para que por fin pueda
relajarme y estar en paz", pero la vida no es así. Como dijo Buda: “La vida es impermanente”.
El mundo externo nunca te dará una
sensación de seguridad, pero puedes encontrar esta libertad dentro de ti
mismo para que entres en una relación hábil con el mundo, y así tu
mente no se convertirá en una cámara de tortura.
4. Conoce la diferencia entre el "pensamiento enfoque" y el "pensamiento preocupado"
La gente vive bajo la ilusión de que la
preocupación tiene un propósito útil, pero no es así. Inconscientemente
sienten que “Si no me preocupo por mi vida, no estoy asumiendo la
responsabilidad de la misma”.
Por supuesto que puedes planificar
para tomar ciertas medidas en el futuro. El pensamiento enfocado es muy
diferente al pensamiento preocupado: sacar un pedazo de papel y pensar
en qué acciones te preocupan es una corriente incesante y repetitiva de
pensamiento que no conduce a ninguna acción útil, así que estás atrapado
en este círculo vicioso.
5. No hay nunca un buen momento para comenzar a practicar la quietud
La gente piensa que sólo puedes tener paz interior cuando las condiciones externas son propicias, lo cual sucede muy rara vez.
Por lo tanto, la gente siempre quiere
posponerlo y piensa: “Una vez que mis problemas estén resueltos,
entonces podré hacerlo"; pero tus problemas nunca se solucionan,
resuelves un conjunto de problemas y luego te encuentras con un nuevo
conjunto.
Tienes que decidir, sin importar tu situación de vida, si esa paz interior, que es tu estado de conciencia, es tu primera prioridad, y que todo lo demás sea secundario.
6. Aprende a notar sin enunciar
Donde quiera que estés, toma un momento
para estimular tu percepción a través de los sentidos. Por ejemplo,
observa y escucha. Puedes mirar por la ventana, ver el cielo y un parque
con hermosos árboles. Esto es otro estado en el que estás plenamente
consciente, pero no piensas o piensas muy poco, y eso es un portal en la
paz interior y la quietud interior, que es una dimensión más profunda
de la conciencia.
7. Usa tu respiración como ancla
Una cosa muy fácil de hacer es
simplemente tomar conciencia de que estás respirando. Tu atención debe
dirigirse a la respiración para que respires conscientemente.
Comienza a disfrutar el ritmo de tu
respiración y observa tu aliento. Cuando haces esto, ya no estás
pensando, no puedes pensar y al mismo tiempo ser consciente de tu
respiración. Y al no pensar, te estás liberando de preocupaciones
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